Buscando una salida de emergencia.

Es difícil levantarse cada día sabiendo que nada va a cambiar, que todo seguirá igual, que este vacío cada día me hará más daño. Y aunque a veces siento que puedo llenarlo con tardes de risa, alcohol, fiesta y otras cosas que me hacen sentir bien, llega la noche, el silencio y echa todo a perder. La soledad es fría, tan fría que se me cala en los huesos y hace resurgir el pánico y la ansiedad...ya no busco soluciones, ya que no encuentro ninguna, sólo me pregunto a todas horas cuanto tiempo durará esto.. Sólo espero que el miedo no me devore y que algún día encuentre una salida, una salvación. Y pido que llegue pronto, antes que desaparezca lo poco que queda de mí, esa persona que apenas recuerdo, que ya no es la que solía ser, la que nunca fuerza una sonrisa por compromiso y jamás aguanta el dolor.