Recuerda que el sol siempre acabará saliendo.

Cuanto más oscuro esté el cielo, más brillará el sol mañana.

La imparable y loca montaña rusa.

Me sacas de quicio, pero sabes hacerme reír. Pasas de mí, pero sabes compensármelo con un buen achuchón. Me haces pasar las peores noches más largas de mi vida, pero también los días más felices e intensos. A veces te mataría, pero haces que te quiera más. Tienes tus defectos, pero es que tus virtudes me pueden. Te quiero, más de lo que podía creer, te quiero más que a nada, porque contigo todo lo bueno se vuelve malo y todo lo malo, bueno, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos. Porque esto es una montaña rusa, que hace que te agarre más fuerte y me aferre a ti muchísimo más.
Y sé que estas palabras nunca llegarán a ti, y aunque no te lo demuestre, con una sola mirada me lo das todo, y haces que cada día te quiera más y más.

Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así.

Por fín salió el Sol entre tantas nubes tormentosas, ese rayo de esperanza pudo con todo e iluminó cada rincón oscuro, creando arco iris y lucecitas blancas  que se reflejaron en mi cara y provocaron una sonrisa. Las ilusiones volvieron a casa, junto a sus perspectivos sueños, haciendo salir una efusiva felicidad que da ganas de vivir.

Hoy, el cielo está más azul que nunca, y el sol brilla entre sus brazos, radiante.

No podemos aferrarnos al presente, y mucho menos al pasado.

Sólo queda mirar adelante, a un futuro en el que posiblemente no estarás.

Uno.

Cuando alguien nos abandona de cuerpo, su alma pemanece en nuestros corazones.

Me conformo con bailar un rato con la felicidad.

Mi abuela siempre me decía que quien algo quiere, algo le cuesta. Por eso tener a esa persona a nuestro lado nos cuesta tantos quebraderos de cabeza. Puede ser por celos, diferentes ideales, o por simples tonterías.. pero siempre hay algo que falla, ese algo que nos hace sufrir de vez en cuando, porque a pesar de que existan esos momentos perfectos que no cambiarías por nada, siempre está ese puñetero ALGO que lo estropea. Por eso cuando me preguntas qué sigo haciendo aquí después de todo, me limito a sonreír, ¿sabes por qué? Porque me haces recordar esos motivos que me hacen creer en nosotros, esos motivos que te hacen necesario y dejan lo malo de lado.
Así que a ese buen dicho que decía mi abuela, le aplico que un momento bueno vale mil veces más que un millón de momentos malos, gracias a eso sigo aquí, a tu lado, porque esos momentos alegran mi existencia.

Somos marionetas, y con ellas juega un niño llamado Destino.

Que caprichoso es el destino cuando se empeña en que sigas sus reglas. Que por mucho que dos personas intenten distanciarse, él se empeña en que siga habiendo encuentros..dejaría de creer en él, pero más extrañas son las coincidencias..más extraño es que me eches de tu vida y que al día siguiente nos crucemos, con las miradas fijas en el suelo, porque no sabemos si realmente queremos mirarnos, o simplemente no lo hacemos por miedo a ser débiles. ¿Esa debería llamarse coincidencia? No amigos, nuestros caminos están manejados, amañados, y no podemos escapar de su ruta, al fin y al cabo, siempre sabe hacer que caigamos en sus trampas.

S.O.S.

Me encuentro en ese puto precipicio otra vez, sin saber si saltar o dar un paso atrás, sin saber qué merece realmente la pena. Indecisión, dudas, sentimientos que llevan a lágrimas que trago por orgullo. Lo sé, no soy yo, y no me encuentro en ninguna parte, estoy perdida en quién sabe donde, encerrada, y este nuevo yo no me deja salir. Sólo espero que aparezca ese algo que pueda salvarme de esta oscuridad en la que me encuentro, del frío, del silencio, del miedo.

Una sonrisa pintada en la cara.

Intento no pensar, no aceptar la realidad. Me engaño a mi misma y finjo, finjo ser feliz..como cuando era niña, sin preocupaciones, sin pensar en qué puede ocurrir mañana, y no es que no me preocupe..pero me da miedo saberlo, me da miedo ver la verdadera cara de todo, me da miedo ver que algún día te irás, me da miedo ver que hay gente que jamás volverá. Así es amigos, parece ser que la ignorancia da la felicidad, o simplemente parece que la da, porque sé, que cada noche, se apagará la luz, y que la soledad y el miedo estarán esperando a que me acueste para aferrarse a mi cuerpo..entonces pensaré lo de siempre: No, mañana no será otro día, porque todo seguirá igual.

Cualquier tiempo pasado fue mejor.