[tres]

Es una sensación extraña, cuando me acaricia, se me eriza la piel, y cuando me besa me roba el aliento. Es una especie de droga que necesita mi cuerpo las 24 horas del día, cuanto más consumo,más quiero. En su ausencia solo deseo tenerle de vuelta y verle de nuevo. Cuando está conmigo me hace sentir mil y una cosas a la vez..siento calor, y cuando él me besa el cuello lentamente,un escalorío recorre mi cuerpo que inicia una señal en mi cerebro que pide más, es adictivo, una especie de bebida que sacia mi sed. Sentir su calor al tenerle cerca..es una bendición, y su olor..oh Dios! su dulce olor! hace que caiga rendida,y aunque quiera apartarme no logro escapar..su cuerpo es como un imán que atrae al mio y me aferra a él. Sus labios sabor a miel, me envuelven en un sueño dulce, profundo y placentero del que deseo no salir,que hacen que quiera ser solo suya.Sus Te Quiero son como una puerta a un nuevo mundo lleno de fantasia y felicidad,del que jamás pienso salir.
Me da vida.Él me hace feliz

need.

Puedo volar, pero deseo sus alas.
Puedo brillar incluso en la oscuridad, pero reclamo la luz que él desprende.
Puedo amar, pero necesito su corazón.
Soy fuerte, incluso por mí misma, pero de él no quiero apartarme nunca.
Él ha estado aquí desde el principio.

viciamen.

Si pensaba que tenía una voz maravillosa por la forma en que silenciaba todo lo que había a mi alrededor, si creia que su contacto era incleíble por la forma en que me erizaba la piel.. bueno pues puedo asegurar que su forma de besar es de otro mundo.

SweetKiss.

Porque esta noche no soy yo, sino María Antonieta. Y, si él se pareciera en algo al conde Fersen, se habría callado y me habría besado ya.
- No quiero hablar de eso- respondo. Parpadeo con rapidez al mirar los globos del agua, que ahora están formando un tulipán rojo.
- De qué quieres hablar?- susurra, mirándome con esos ojos que son como estanques insondables que parecen llamarme.
- No quiero hablar- murmuro, y contengo el aliento cuando sus labios rozan los míos.

SecretLove*

Le amo con cada mechón de mi cabello, con cada célula de mi piel, con cada gota de mi sangre. Estoy llena a rebosar de amor pero no consigo decírselo, y si lo hiciera..no me escucharía.

Días grises.

Y aunque se me da bastante bien eludir esa tormenta en particular y reconocer las señales antes de que comiecen los truenos (el escozor de los ojos, la respiración acelerada, el abrumador sentimiento de vacío y desesperación), en ocasiones la tormenta se descarga sin más, sin avisar, sin darme tiempo para prepararme.