Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así.

Por fín salió el Sol entre tantas nubes tormentosas, ese rayo de esperanza pudo con todo e iluminó cada rincón oscuro, creando arco iris y lucecitas blancas  que se reflejaron en mi cara y provocaron una sonrisa. Las ilusiones volvieron a casa, junto a sus perspectivos sueños, haciendo salir una efusiva felicidad que da ganas de vivir.

Hoy, el cielo está más azul que nunca, y el sol brilla entre sus brazos, radiante.