miércoles, 4 de enero de 2012

Puede que sea este.

A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas. Si un chico te incordia, es que le gustas..y nunca te cortes el flequillo, así algún día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz. Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos piden que creamos en ellas: El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla. Pero a veces estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz, que nos olvidamos de leer las señales. Las que diferencian a los que nos quieren de los que no, a los que se quedarán de los que se irán. Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal. Puede que seas tú, recomponiendote y volviendo a empezar, liberándote para algo mejor que puede haber en tu futuro. Puede que el final feliz sea simplemente pasar pagina. O puede que el final feliz sea este, saber que a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata y las señales mal interpretadas, a pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste las esperanzas.

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