Y dejar que el tiempo pase y me consuma, que poquito a poquito mi presencia desaparezca y quedarme en el olvido, si ahí, lejos de todo esto, de un mundo vacío donde el tiempo pasa axifisiante y que a escondidas se rie de mis flaquezas aprobechándose de mi debilidad. Donde los días son grises y las noches negras, donde tu no estás para abrazarme y decirme que todo estará bien. Donde yo soy simple, común, un ser inerte que cada día se hace más ínfimo.
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