domingo, 12 de junio de 2011

Sam.

Cierro los ojos, y siento la brisa templada que choca contra mi cara como pequeños cristalitos de hielo que hacen que me estremezca. El ruido de las olas es relajante, me hace sentir bien, evadida de todo lo malo, de ti.
De repente siento una presencia a mi lado, sin embargo no abro los ojos, sé que es él, mi refugio, mi provocador de sonrisas, la única persona en la que pude confiar últimamente, el único que me hace sentir que hay vida después de ti..puede que me engañe, como otras tantas veces, que sea como todos, que se aproveche de mi, pero hay algo que me dice que no es así, es esa facilidad que tiene para hacerme ser yo misma, sin barreras ni escudos, sin estar a la defensiva.
Me acaricia la nuca, me sobresalto.
- Estás pensando en él, verdad?
- Sam..
- Lo siento..pero pensar en él te pone mal, y yo no quiero eso, lo sabes?
- Lo sé.
- Yo nunca te dejaría sola, no solo por ti, si no por mí.
Dijo como esa frase como otras tantas veces..y yo como siempre, no pregunté la razón.
- Andy...sé que no soy él, pero te quiero, y puedo ofrecerte todo lo que me pidas y más.
- Pero yo apenas puedo darte nada..por no decir..nad...
- Shhhh..calla! Mírame. - me coge delicadamente la cara entre sus dos manos.- Tú me lo das todo tan sólo con respirar.
Nuestras respiraciones se entrecruzaron durante un instante, y finalmente me besó en la frente mientras volvía a enredar sus manos en mi cabello y me acariciaba la nuca.

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